Ayuntamiento Elche

Recientemente, se conoció la noticia de que el Ayuntamiento de Elche se encuentra en el ojo del huracán tras un ataque informático de tipo ransomware que ha paralizado gran parte de su actividad. 

De hecho, más allá de la gravedad de la situación, el equipo de gobierno decidió optar por un silencio total, siguiendo las recomendaciones de la Europol y la Policía Nacional para no entorpecer la investigación.

Teniendo en cuenta que se ordenó apagar cerca de 1.500 ordenadores como medida de contención, las fuentes apuntan a que el verdadero daño se centró en un grupo de sólo 52 PCs infectadas. 

Al parecer, se trataría de equipos de funcionarios que, al contar con VPN y no apagarse nunca, se convirtieron en un blanco fácil.

Ahora, ¿cuál era el objetivo principal de los hackers? La nube municipal, el sistema de almacenamiento central del ayuntamiento. 

Vale mencionar que el ataque dejó inutilizable la copia de seguridad, obligando a los técnicos a concentrar sus esfuerzos en recuperar la información original. Un proceso que, en un caso similar en La Vila, se prolongó entre dos y tres semanas.

El ciberataque a la nube tuvo un efecto dominó, ya que afectó también al sistema TAO, crucial para la gestión diaria del consistorio. 

Muchas personas no saben, pero este sistema, utilizado para la firma de documentos, la subida de actas y la gestión de la administración electrónica, quedó inutilizado. 

Como consecuencia, el alcalde tuvo que recurrir a la firma manual de documentos esenciales como el pago de nóminas.

Dicha parálisis, sumada a las vacaciones de muchos funcionarios, ha ralentizado la respuesta del consistorio. 

No ha sido hasta la incorporación de la directora de área de Innovación y la subdirectora de la Oficina de Protección de Datos que se han podido tomar decisiones más concretas, incluyendo la contratación de una firma especializada en ciberseguridad.

Lo más preocupante de este incidente es que, según el informe de la Sindicatura de Comptes, el Ayuntamiento de Elche ya había sido advertido sobre la insuficiencia de sus controles básicos de ciberseguridad a finales de 2023. 

Dicho informe remarcaba la excesiva dependencia de «determinadas personas clave» y la falta de un proceso sistemático y formalizado en esta materia.

Por lo pronto, mientras el Ayuntamiento migra sus servidores a una red más segura y la Junta de Gobierno se prepara para aprobar los gastos necesarios para la recuperación, sigue sin saberse la cifra millonaria que los hackers habrían solicitado para liberar los sistemas.

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(S.M.C)

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